sábado, 24 de noviembre de 2007

Ensoñaciones de un sábado...

Estoy nerviosa casi sin querer...sin embargo es una intranquilidad bella la que me desasosiega...Imaginar...Ser recibida de nuevo a Su Presencia...Poder llegar ante Él, sintiendome limpia de las impurezas de mi ausencia...
Puedo imaginarme ataviada con esa casi transparente túnica que deja traslucir mi depilado sexo, mis turgentes pezones...
No me atrevo a llamar a la puerta...Esperaré...Me arrodilló sobre mis talones frente a la casa...
Quizás es humillante llamar porque quizás voy a ser rechazada...No puedo enfrentarme a ello...Prefiero esperar...
Y mientras espero imaginó el placer que albergan esas paredes, sueño con la música del látigo que una lejana vez trazo bordados de seda y dolor sobre mi espalda...
Recuerdo a aquella esclava bautizada con el nombre de una estrella, que soñaba con la entrega a su Amo, recuerdo sus ilusiones perdidas...
Hace tiempo, muchos meses ya que dejo que la vida la encaminara hacia otro sendero...
Dejo atrás a quién era ya su Amo....y efectuó una mala apuesta...La vida real convirtió con crudeza en sueños rotos todas sus ilusiones...
Ahora un año después esa esclava ingrata vuelve a estar frente a aquel lugar dónde fue tan feliz....Arrodillada sobre sus talones...ignorando que destino le espera...
Ella sabe que el único hombre que puede convertirse en su Amo habita tras ese muro...Porque ella jamás podrá imaginarse adorar a alguién a quién no pueda llegar a sentir su Dios, alguién dueño de un Universo de sueños y fantasias por cumplir, alguién que pueda forjarla a su antojo, que desee poseerla y dominarla sin más límites que su propia imaginación...
Tras esa puerta Él existe...
Una fúrtiva lágrima surca mi rostro, no tengo la valentia suficiente para levantarme y llamar a esa puerta, quizás ya tan sólo merezco este insoportable destierro...Desearia ser castigada, confinada en la más oscura mazmorra de ese lugar y poder expiar con mi dolor el daño que intuyó cause con mi abandono...
Yo no era libre para marcharme...
Pertenecía a mi Dueño, ójala me hubiese encadenado a una cama y me hubiese dejado allí sin permitirme hacer mi propia voluntad...Ojala me hubiese azotado con toda su furia y en cada latigazo me hubiese recordado que no era ya libre y que mi vida estaba en Sus manos...que le pertenecia...
Ojala me hubiese marcado con sus iniciales para siempre...
Señor ...no quiero volver a ser libre nunca más...
Soy vulnerable, soy débil, no me permitas seguir vagando...
Seguiré arrodillada frente a tu puerta...esperando que me regales de nuevo tu magia...Que aceptes mi sumisión, que me conviertas en tu esclava, que no me dejes tiempo para pensar...
Castigame, hazme Tuya de nuevo...

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